¿Va en carro o en ómnibus? ¿Apagó la luz del cuarto después de salir? ¿Mandará o no su basura para reciclado? En el día a día, cada una de estas decisiones puede parecer pequeña. Pero todas ellas, en conjunto, influyen en una cuestión muy grave: en cuánto de dióxido de carbono estamos emitiendo en la atmósfera, la llamada ‘huella de CO2’. También conocida como gas carbónico, esa sustancia producida naturalmente en la respiración y consumida por las plantas en el proceso de fotosíntesis, está hoy presente en cantidades mucho mayores que las naturales por causa de la contaminación, siendo considerada uno de los gases que más influyen en el cambio climático.
La razón para este aumento son justamente los hábitos adoptados por cada uno de nosotros: el uso desenfrenado de carro, el desperdicio de energía eléctrica y el no reciclado de la basura, por ejemplo, contribuyen para la contaminación del aire y la emisión de gas carbónico. La noticia buena, sin embargo, es que es posible contribuir para cambiar esa tendencia. Y para hacer eso, se debe comenzar con información. Una manera de estimar cuántas toneladas de CO2 usted emite por año es usando la Calculadora de Carbono de la Organización de Conservación de la Tierra (OCT). La institución, que es colaboradora de la Fundación Norberto Odebrecht en la realización del PDCIS, programa social que promueve el desarrollo sostenible en regiones de vulnerabilidades, ofrece la herramienta gratuitamente en su sitio web.
Para usarla, basta realizar un registro y, después, responder seis preguntas, como el gasto promedio con energía eléctrica en su casa y el número de viajes que realizó el año pasado. El resultado presenta una aproximación de la cantidad de dióxido de carbono que usted emite anualmente. Un brasileño promedio emite cerca de 10,4 toneladas de CO2 en la atmósfera todos los años, según una encuesta del Sistema de Estimativas de Emisiones y Remociones de Gases de Efecto Invernadero (SEEG). Su resultado puede ser mayor o menor que este, pero conocerlo es solo el primer paso para intentar reducir estas emisiones y contribuir para la conservación del medio ambiente. Conozca dos maneras para hacer esto hoy mismo:
- Plante árboles para neutralizar carbono
Piense en las emisiones de gas carbónico como una deuda que una persona va acumulando a lo largo del tiempo – y ahora debe invertir tiempo o recursos para pagar. Afortunadamente, liquidar la ‘deuda’ de CO2 puede ser más fácil de lo que parece. Una de las formas más eficientes para esto es el plantío de árboles. Según la Organización de Conservación de la Tierra, 1 hectárea de bosque restaurado, después de 30 años, será capaz de secuestrar aproximadamente 275,1 toneladas de este gas. Como esta retirada es hecha de forma natural, y plantar árboles también trae otros beneficios para los animales, el suelo, las aguas y los seres humanos, es posible neutralizar una parte o la totalidad de nuestras emisiones con el plantío de estas especies.
Si parece difícil plantar árboles solo, también se puede tercerizar esta acción: OCT, por ejemplo, presta servicios de reforestación para la neutralización de carbono. En la Calculadora de Carbono de la institución es posible solicitar este servicio de forma fácil, después del cálculo de las emisiones.
¿Usted sabía, además, que otra opción para neutralizar emisiones de CO2 es realizar la compra de los llamados créditos de carbono? Cada vez que una organización o empresa reforesta un área, ella puede generar Créditos de Carbono Certificados para el Mercado Voluntario, que pueden ser vendidos y contribuir para el desarrollo económico de regiones de vulnerabilidades sociales. Para saber más, vea la práctica Proyectos de Carbono en la sistematización de nuestro Programa Social.
• Cambie hábitos y reduzca sus emisiones
No basta, sin embargo, que solo se intente neutralizar las emisiones ya hechas. Es necesario también cambiar actitudes para que esta ‘deuda’ no continúe creciendo año tras año. Una forma para disminuir este impacto es haciéndose las mismas preguntas que abrieron este texto: ¿que tal cambiar el carro por el ómnibus o el metro en algunos trayectos? ¿Y abrir ventanas, para que no sea necesario encender la luz sin necesidad? Otra opción es separar la basura generada en su casa, y llevar reciclables para una destinación correcta. También es posible reducir su huella de dióxido de carbono al disminuir la cantidad de productos que usted compra en el día a día, adquiriendo solamente aquello que es realmente necesario y priorizando marcas sostenibles.
