La Casa Familiar Rural de Presidente Tancredo Neves (CFR-PTN), localizada en el municipio baiano que le da nombre a la institución, fue seleccionada para recibir recursos de Criança Esperança. Escogida por el proyecto “formación de adolescentes futuros empresarios rurales de la agricultura familiar”, la escuela colaboradora de la Fundación Odebrecht en la realización del PDCIS, su Programa Social, forma parte de las 111 iniciativas sociales del país contempladas por la campaña de la Red Globo en colaboración con UNESCO.
Con ejecución prevista para el año 2021, el aporte será destinado a parte del costeo de la institución con alimentación, recursos humanos, transporte y mantenimiento. De acuerdo con Quionei Araújo, director de CFR-PTN, la nueva colaboración firmada le da aún más seguridad para el próximo año. “El escenario de la pandemia ha afectado a todos. Tener una garantía para el 2021 es muy importante y trae un poco más de tranquilidad para darle continuidad a la formación de los jóvenes de la mejor forma posible, siempre con la misma calidad”, expresó.
Esta es a segunda vez que la Casa Familiar es contemplada por Criança Esperança, lo que demuestra la confiabilidad y solidez que la institución inspira – la primera fue en el 2015. Para Araújo, la noticia refuerza el deseo de “trabajar para tener cada vez más y mejores resultados”. Y para esto, junto a su equipo pedagógico, el educador ya está trazando los planes de la escuela para el año que viene.
Beatriz Lepikson, responsable de Colaboraciones Sociales en la Fundación Odebrecht, destaca también que firmar nuevos contratos de colaboración contribuye para la sostenibilidad de las instituciones. “A partir de nuestro Programa Social, PDCIS, estamos todos articulados y movilizados en favor de la transformación social. Conquistas de esta naturaleza son fundamentales para que podamos seguir desarrollando nuestras acciones en favor de las comunidades”.
Enseñanza contextualizada a la zona rural
Organización de la Sociedad Civil reconocida por el Ministerio de la Educación (MEC) y por la Secretaría de Educación de Bahía (SEC), CFR-PTN forma parte del Programa de Escuelas Asociadas de UNESCO y ofrece el curso técnico integrado a la enseñanza media en Agropecuaria, beneficiando anualmente a más de 100 alumnos. El proceso formativo abarca una matriz curricular contextualizada a las realidades de los estudiantes por medio de la Pedagogía de la Alternancia, que optimiza el tiempo de los alumnos y mitiga las dificultades de traslado en la zona rural: ellos pasan una semana en la escuela en período integral, con clases teóricas y prácticas, y dos semanas en las propiedades de sus familias, aplicando los nuevos conocimientos en sus proyectos productivos, bajo el seguimiento de monitores especializados.
Para Magnison dos Santos, 17, alumno del 3º año de CFR-PTN, la Casa Familiar ha ampliado sus posibilidades en la agricultura. “Antes de ingresar en la escuela, mi familia solo plantaba cacao, pero no teníamos mucho cuidado. Yo no veía perspectiva de que el campo diese resultado. Mi familia no trabajaba en nuestra propiedad porque no teníamos renta para invertir. Hoy, veo lo que ya construí con el apoyo de CFR-PTN y sé que ya no necesitamos depender de otras personas o salir del campo”, cuenta el joven.
Junto a su familia, Magnison cultiva actualmente plátano, cacao y tiene proyectos de aves y cerdos. De acuerdo con el estudiante, nuevas colaboraciones como la de Criança Esperança representan oportunidades para que más adolescentes puedan ser impactados por la institución. “Como joven emprendedor, es muy enriquecedor saber que más personas creerán en nuestros sueños”, refuerza.
