Transformando vidas e sueños de jóvenes
Fundación Odebrecht, creada en 1965, desde hace 25 años definió al joven como foco de su actuación, asumiendo la misión de educar para la vida, por el trabajo, para valores y límites
6 de enero de 2014
Fundación Odebrecht, creada en 1965, desde hace 25 años definió al joven como foco de su actuación, asumiendo la misión de educar para la vida, por el trabajo, para valores y límites
6 de enero de 2014
«Lo que aprendemos cuando somos jóvenes lo conservamos durante toda la vida”. La afirmación de Rafael Santos, que en 1999 participó del Programa Pacto do Sítio do Descobrimento pela Educação, refuerza la importancia de potenciar el aprendizaje de la juventud. El Pacto do Sítio está entre los diversos proyectos desarrollados por la Fundación Odebrecht, que, creada en 1965, desde hace 25 años definió al joven como foco de su actuación, asumiendo la misión de educar para la vida, por el trabajo, para valores y límites.
La decisión de hacer “con el joven” y no “para el joven”, entendiendo al joven como parte de la solución, se denomina Protagonismo Juvenil. El término fue bautizado por el profesor Antonio Carlos Gomes da Costa y, actualmente, se considera un patrimonio del Tercer Sector. Maria Adenil Vieira, coautora del libro Protagonismo Juvenil, escrito junto con Costa y lanzado en 2000 por la Fundación Odebrecht, explica que focalizarse en la juventud fue resultado de un movimiento denominado “Onda Joven”. “Las encuestas revelaron que Brasil vivirá este fenómeno entre los años 2005 y 2025: la mayoría de la población en Brasil tendría de 15 y 24 años”. Según Adenil, el joven necesitaría estar preparado para una actuación competente, solidaria y responsable.
Buscando insertarse en ese contexto y desarrollar metodologías y estrategias de intervención social, la Fundación Odebrecht apoyó a cerca de 50 proyectos directa e indirectamente entre 1988 y 2002 en todo el país. Los temas variaban entre voluntariado, trabajo, educación y sexualidad.
Una de las iniciativas fue el Pacto do Sítio, creado a efectos de garantizar la entrada, permanencia y éxito en la escuela de niños y adolescentes de los municipiosbahianos de Belmonte, Eunápolis, Porto Seguro, Prado y Santa Cruz Cabrália. Rafael Santos fue uno de los participantes y afirma que las acciones contribuyeron con el cambio en su modo de relacionarse con las personas.“Obtuve conocimientos diversos que enriquecieron mi cultura y mi convivencia en toda la comunidad. Sentí que ese aprendizaje hizo toda la diferencia”.
En 1999, la Fundación Odebrecht adaptó su actuación para microrregiones de Bahía, Ceará y Pernambuco, con bajos Índices de Desarrollo Humano y por fuera del eje dinámico de la economía de Brasil. Para eso, se vinculó al Instituto Ayrton Senna, Fundación Kellogg y Banco Nacional para el Desarrollo Económico y Social (BNDES) para instituir el Programa Alianza con el Adolescente por el Desarrollo Sostenible en el Nordeste.
Durante el período de seis meses, Miquéias Reale, 30 años, oriundo de la comunidad de Moenda, en Presidente Tancredo Neves (BA), participó del programa con otros 28 jóvenes de la misma edad. Para él, esa fue “una de las principales contribuciones para el cambio de perspectiva sobre el mundo y sobre mi persona”, recuerda. La experiencia permitió que Miquéias Reale, entonces con 16 años, supiera lo que quería para el futuro. “Abrí mi propia empresa, especializada en tecnología de la información y mantenimiento de computadoras”, destaca.
En enero de 2002, para valorizar el patrimonio acumulado en el programa y permitir la continuidad, ejecución e integración de los resultados logrados, además de asegurar la reaplicación de la experiencia en el futuro, la Fundación Odebrecht contribuyó con la creación del Instituto Aliança. Al año siguiente, concentró sus esfuerzos, exclusivamente, en el Bajo Sur de Bahía, con la perspectiva de contribuir para la formación de una nueva generación,más consciente y capacitada.
Una nuva mirada sobre el campo
La madurez y evolución de las acciones en el Bajo Sur de Bahía originaron el Programa de Desarrollo y Crecimiento Integrado con Sostenibilidad del Mosaico de Áreas de Protección Ambiental del Bajo Sur de Bahía (PDCIS), fomentado con el apoyo de socios públicos y privados. El desafío es que un área rural con gran patrimonio ambiental, se convierta en próspera y dinámica, fijando los jóvenes talentos en el campo.
Promover la educación de calidad e incentivar la formación de nuevos empresarios rurales es una de las premisas del PDCIS. A tales efectos, se implementaron unidades de enseñanza con conceptos pedagógicos basados en los cuatro pilares de la educación, divulgados en 1996, en el informe para Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) coordinado por el economista Jacques Delors que son: aprender a ser, a vivir juntos,a hacer y a conocer. Las Casas Familiares Rurales, por ejemplo, ofrecen la enseñanza profesionaltécnica integrada al nivel medio.
Déborah da Silva, 25 años, estudió en la Casa Familiar Rural de Presidente Tancredo Neves (CFRPTN), que ofrece la habilitación en Agropecuaria. Hoy es Asistente Educadora en la Cooperativa de Productores Rurales de Presidente Tancredo Neves (Coopatan) y difunde lo que aprendió a lo largo de su trayectoria. “El Joven protagonista es aquel que se compromete con el medio donde vive. No solo con su comunidad, sino que, esté donde esté, continua con su espíritu de servir”, ressalta Déborah.
Sandro Assunção, 17 años, comparte esa creencia. Morador de Itiúba, localizado en el município de Ituberá (BA), cuenta que sus objetivos cambiaron cuando ingresó en el curso de Enseñanza Media vinculado a la habilitación técnica en Bosques, en la Casa Familiar Agroflorestal (Cfaf). “Antes pensaba como muchos jóvenes, que quieren recibirse e irse del campo. Hoy no me quiero escapar de mi realidad, sino transformarla. Quiero vivir de forma tranquila y sostenible en el lugar donde nací”. Sandro pretende seguir aplicando lo que aprendió durante los tres anos de estudios en la Casa Familiar Rural. “Con el desarrollo de la agricultura local, más jóvenes permanecerán aquí. Tenemos mucho para aprender con los productores con más experiencia y también para ofrecer”, evalúa.
Entre las instituciones de enseñanza que buscan incentivar a los jóvenes del Bajo Sur a ser protagonistas de sus destinos, se encuentran, también, la Casa Familiar Rural de Igrapiúna, la Casa Familiar das Águas, la Escuela Municipal y el Colegio Estadual Casa Joven. Este último dicta el curso de habilitación técnica en Agroecología. Más de 1.700 alumnos ya accedieron a la enseñanza formal en el lugar.“Elegí mi trayectoria profesional y puse en marcha mi sueño de ser un empresario rural. No quiero parar. Pretendo participar de capacitaciones en el área de agroecología”, afirma Ângelo de Jesus, 24 años, egresado en 2011.
El Centro de Formación Profesional Construir Mejor también integra unidades de enseñanza vinculadas al PDCIS. Ubicado en el municipio de Valença, el Centro capacita a profesionales en 18 meses para actuar en el área de la construcción civil. La joven protagonista Camila Silva, 23 años, cuenta que antes de ingresar en el Construir Mejor no tenía sueños ni planificaba el futuro. “Aquí aprendí a focalizarme, a tener objetividad, disciplina y paciencia. Transformé mi vida y transformaré la de mi familia y comunidad”.
En una entrevista a la Fundación Odebrecht en el año 2008, el profesor Antonio Carlos, que falleció en 2011, destacó que el protagonismo juvenil es un camino sin retorno y su tendencia natural es ampliarse y profundizarse. “La vida exigirá a las personas cada vez más iniciativa, creatividad, capacidad de analizar situaciones y tomar decisiones. Eso hace del protagonismo una necesidad cada vez más básica para nuestro tiempo”
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