Con la campaña del Tributo al Futuro 2020, más de 2,5 mil inversionistas sociales dejaron un legado para el mundo. Alcanzando una recaudación superior a R$ 2,1 millones, la movilización apuntó que incluso ante las adversidades de un año marcado por el distanciamiento social, la solidaridad logró unir a los integrantes del Grupo Novonor y a las demás personas que creen en la transformación social a través de la educación. Las donaciones movilizadas viabilizan la formación de adolescentes por medio de proyectos ejecutados por las Casas Familiares del Bajo Sur de Bahía, escuelas colaboradoras de la Fundación Norberto Odebrecht en la realización del Programa Social PDCIS.
“La oportunidad de invertir en jóvenes, futuros emprendedores, es una forma de actuar como agente de transformación. Es una semilla que usted planta y recoge verdaderos frutos. Usted siente su responsabilidad social plenamente activa”, expresó Elizabete Silva, integrante de Horiens, empresa del Grupo Novonor, que ya contribuye hace años para el Tributo al Futuro. Segura y apoyada por el Consejo Municipal de los Derechos del Niño y del Adolescente (CMDCA) de los municipios en que la Fundación Norberto Odebrecht actúa, la campaña beneficia a cerca de 300 adolescentes por año, con impacto indirecto a miles de personas.
Beatriz Lepikson, responsable de Colaboraciones Sociales y por el Tributo al Futuro en la Fundación Norberto Odebrecht, cuenta que en función de la pandemia de Covid-19, la campaña utilizó recursos como vídeos, conferencias, e-mails y redes sociales para movilizar personas dentro y fuera del Grupo Novonor. “Para nosotros, que siempre hicimos muchas movilizaciones personalmente, el 2020 fue desafiante. Debimos reinventarnos y buscar formas de, incluso con el aislamiento, estar cerca de las personas. Las lives que hicimos por Instagram, por ejemplo, fueron un modo de intentar ese acercamiento y mostrar lo que significa formar parte de esta iniciativa”, explica.
Más de 30 videoconferencias fueron realizadas en el Grupo Novonor teniendo el Tributo a Futuro como tema, alcanzando a más de 1.200 personas que pudieron conversar u oír relatos de adolescentes apoyados, como Jhemily Assunção. Con 15 años, ella es una de las alumnas beneficiadas que mandaron un mensaje en vídeo para los integrantes. En frente a su área productiva, ella contó que su vida fue transformada desde que ingresó en la Casa Familiar Rural de Igrapiúna (CFR-I). “Es por medio de la educación que mis sueños están tornándose reales, por ejemplo, ser una empresaria rural”, expresó.
Desde el 2004, Tributo al Futuro está fomentando la cultura de la donación en Brasil y contribuyendo para la construcción de una sociedad más justa, harmónica y con igualdad de oportunidades para todos. Para ver todos los destaques de la campaña del 2020, que contó con las mascotas Luna y Dante, haga clic aquí.
