“Vamos a convertirnos en modelo y servir de ejemplo a mucha gente”. De esa manera Clodoaldo Silva, agricultor del municipio de Ibirapitanga, en Bahía, evalúa la relevancia de su postura y la de otros pequeños productores cuando el tema se refiere a conservación ambiental. Pero no solo ellos tienen esa preocupación: el mundo está abocado al tema. El Día Mundial del Medioambiente, que se conmemora anualmente el 5 de junio, aportó importantes reflexiones en medio de tantas noticias desastrosas. En la campaña de este año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) incentiva a que las personas se conecten más con la naturaleza, enfatizando los beneficios que eso trae a la salud y al planeta.
Actuando en el área de Protección Ambiental (APA) de Pratigi, en el Bajo Sur de Bahía, una institución viene realizando su aporte. Trabajando con asociados y la población rural de la región, como Clodoaldo, la Organización de Conservación de la Tierra (OCT), apoyada por la Fundación Odebrecht por medio de su Programa de Desarrollo y Crecimiento Integrado con Sostenibilidad (PDCIS), viene promoviendo una verdadera revolución en el paisaje.
Creando una corriente
Desde 2002, la institución conmemora resultados de acciones como el Proyecto de Pago por Servicios Ambientales (PSA). Se benefician a 40 agricultores familiares, que reciben asistencia técnica y financiera para la planificación integrada de sus propiedades, como el ejemplo de Eliseu de Oliveira. “Necesitamos preservar esa riqueza que Dios nos dio. Si yo cuido de mi tierra y el agua, el vecino también se concientizará, y entonces vamos creando una corriente”, dice el productor. La iniciativa, que se transformó en política pública en el municipio de Ibirapitanga, es pionera en Bahía y recibió una inversión de R$ 90 mil reales.
Alianzas con el Estado
OCT también está logrando otras conquistas junto a socios como el Ministerio Público del Estado de Bahía, Fundación Grupo Boticario de Protección a la Naturaleza, Agencia Nacional de Aguas (ANA) y universidades federales y estaduales del Estado.
En 2017, por ejemplo, se implantaron más de 70 hectáreas de Sistemas Agroforestales como modelos demostrativos y replicables, 80 nacientes se están recuperando por medio de acciones de reforestación y ya se realizaron mil Registros Estaduales de Bosques e Inmuebles Rurales (CFIR). Se trata de un registro electrónico, de naturaleza declaratoria, que regulariza ambientalmente inmuebles rurales.
