Notas para Imprensa

Fundación Odebrecht completa 50 años

Una de las más antiguas de Brasil y del mundo, esta institución promueve la transformación social a través de la educación para la vida y por el trabajo

19 de mayo de 2015

En 2015, la Fundación Odebrecht, una institución privada sin fines lucrativos, e instituida por la Organización Odebrecht, completa 50 años. Desde su creación, la Fundación Odebrecht ha tenido como objetivo contribuir para la formación de una población estructurada en unidades familia, responsable por su propio desarrollo sostenible. Su misión es educar para la vida, por el trabajo, para valores y para la superación de límites.

La Fundación se enfoca en el desarrollo del joven y su familia, para la creación de soluciones en conjunto con las comunidades locales, con base en sus potencialidades y necesidades. La esencia de las acciones está basada en los principios, conceptos y criterios de la Tecnología Empresarial Odebrecht, orientados para la educación y el trabajo, valorizando las capacidades del ser humano, como la disposición para servir y el deseo de evolucionar. 

Desde 2003, la Fundación Odebrecht coordina el PDCIS – Programa de Desarrollo y Crecimiento Integrado con Sostenibilidada. Su actividad está concentrada en 11 municipios con bajos índices de Desarrollo Humano, donde viven 285 mil personas. El PDCIS tiene el desafío de hacer esa región próspera, socioeconómica y ambientalmente sostenible, manteniendo a los jóvenes en la zona rural, integrados a sus familias. Esta iniciativa alcanza sus resultados a través de la Gobernanza Participativa, es decir, involucrando a la comunidad, al Poder Público (Gobiernos Federal, Estadual y Municipal), a la iniciativa privada y a la sociedad civil.

Para promover el desarrollo productivo de la familia en el medio rural, la estrategia del PDCIS es promover, simultáneamente, cuatro capitales: el Humano – la educación contextualizada (formación profesional-técnica adaptada a la realidad del campo); el Productivo – la generación de trabajo y renta (incentivo al cooperativismo); el Social – la construcción de una sociedad más justa e igualitaria (valorización de la ciudadanía) y; el Ambiental – la conservación ambiental (que garantiza a las futuras generaciones el acceso sostenible a los recursos naturales).

Estas son algunas de las iniciativas apoyadas por la institución:

• Las Casas Familiares Rurales están insertas en el Capital Humano. En esas unidades de enseñanza se utiliza como metodología la Pedagogía de la Alternancia, en la cual los jóvenes pasan una semana en periodo integral en la Casa Familiar, con clases en el salón y en el campo y, dos semanas en la propiedad de la familia, aplicando los nuevos conocimientos, bajo acompañamiento y orientación de monitores especializados. Aproximadamente, 950 jóvenes ya fueron o están siendo beneficiados por las unidades de enseñanza. Además de las Casas Familiares, dentro de este contexto también se incluye el Colegio Casa Joven – institución en la cual los alumnos reciben una educación formal adaptada a la realidad del medio rural.

• Las Cooperativas Estratégicas benefician, aproximadamente, a unos 840 agricultores familiares, las cuales hacen parte del Capital Productivo. Ellas fueron desarrolladas a partir de la vocación económica de una determinada área, visando alcanzar nuevos estándares de calidad y productividad, así como, promover la inclusión social. Organizados en cooperativas, los agricultores familiares aplican tecnologías que les permiten ampliar la productividad y agregar valores económicos y sociales a los productos. Además, cuentan con el apoyo en la comercialización, a través de asociaciones para la venta de sus productos. Con esto, las familias productoras tienen acceso a la tecnología y a la obtención de una renta más atractiva con el cultivo de la mandioca (para la producción de harina de mesa), con los hortofrutícolas, con la pupuña (para palmito en conserva) y con la acuicultura (para la producción de filete de tilapia).

• El Instituto Derecho y Ciudadanía (IDC), institución vinculada al Capital Social, se propone apoyar a la población en el acceso a la ciudadanía y garantizar su pleno ejercicio. El (IDC), contribuye para el desarrollo de la vida ciudadana, a través de la democratización del acceso a la justicia y a la educación para la ciudadanía. Entre sus acciones están la capacitación de Consejeros Municipales, la emisión de la documentación civil básica gratuita, la titulación de tierras, la atención jurídica y la inclusión social de grupos vulnerables.

• El Mosaico de áreas de Protección Ambiental (APAs) del Bajo Sur de Bahía es una de las áreas de mayor biodiversidad del mundo, con la mayor parte de su territorio localizado dentro de cinco APAs, las cuales fueron creadas por el Gobierno del Estado. La Organización de Conservación de la Tierra (OCT), inserta dentro del Capital Ambiental, busca promover la conservación del suelo, de la flora, de la fauna y, revitalizar los recursos hídricos de la región. Para esto, la institución ha estimulado tres iniciativas: la Conservación Ambiental, La Reforestación y la Conservación Productiva, a través de los Sistemas Agroforestales – el modo de plantío que integra la agricultura a la floresta, – y la silvicultura, el plantío de madera para fines económicos. Además, promueve el Programa Carbono Neutro Pratigí, el cual permite que cualquier persona o empresa calcule la cantidad de carbono que emite y lo neutralice a través de la plantación de árboles en el APA del Pratigí. 

En 2010, el PDCIS recibió el reconocimiento de la ONU, conquistando el Premio al Servicio Público de las Naciones Unidas, en la categoría “Mejorando la participación ciudadana en los procesos de decisiones públicas a través de mecanismos innovadores”. El Programa fue la única iniciativa en América Latina y el Caribe contemplada en esta edición. Este premio, promovido por la División para la Administración Pública y Gestión del Desarrollo de la ONU, destaca a instituciones que contribuyeron para mejorar la eficiencia de la administración pública.

Además, la Fundación Odebrecht coordina otras dos iniciativas: El Programa Editorial – que edita los libros de la Tecnología Empresarial Odebrecht (TEO) – y el Tributo al Futuro. La Fundación Odebrecht es la institución responsable por la edición y comercialización, en tres idiomas, de los libros de la TEO. Los derechos autorales y la receta obtenida son destinados a las acciones promovidas por la institución. El Tributo al Futuro permite que los colaboradores y asociados contribuyan con las acciones apoyadas por la Fundación Odebrecht a través de la destinación del Impuesto de Renta para las acciones sociales que benefician a los niños y a los adolescentes en el Mosaico de áreas de Protección Ambiental del Bajo Sur de Bahía. Esta acción está basada en la ley 8.069/90, la cual instituye los Fondos de los Derechos de la Infancia y de la Adolescencia (FIA). Las inversiones llevadas a cabo, vía Tributo al Futuro, son destinados a los Fondos Municipales de los Derechos de la Infancia y del Adolescente (FMDCA), en los municipios en los cuales son arrecadados.

La Fundación Odebrecht, asume el compromiso de una gestión responsable y transparente de los recursos de sus inversionistas, con la entrega de resultados impactantes. En 2014, se movilizaron, en iniciativas apoyadas por la Fundación, más de R$ 100 millones en recursos propios y de asociados.

Linea del tiempo

1965 – En ese año, es creada la Fundación Emílio Odebrecht, con el propósito inicial de proveer a los integrantes de la Constructora Norberto Odebrecht, y sus familias, de los beneficios que la Previdencia Social no contemplaba o los cubría de forma parcial. Curiosidad: El nombre Emílio Odebrecht fue un homenaje de Norberto Odebrecht a su padre.

1982 – La institución cambia su objetivo y pasa a actuar en cuestiones de interés público. Promueve premios y debates, movilizando a las inteligencias en Brasil, para ayudar a los Gobiernos en la resolución de problemas sociales.

1983 – Recibe los derechos autorales sobre las obras que sistematizan la Tecnología Empresarial Odebrecht, dando origen a una de sus frentes de actuación: el Programa Editorial.

1988 – La Fundación repiensa su rol, estimulada por el desafío de desarrollar metodologías y estrategias de intervención social dentro de la comunidad. Se definió como objetivo la educación del adolescente para la vida, promoviendo el protagonismo juvenil.

1999 – La Fundación pasa a integrar el programa «Alianza con el Adolescente por el Desarrollo Sostenible en el Nordeste», cuya actuación se concentraba en las regiones con bajos índices de Desarrollo Humano. Fueron elegidos 18 municipios, en tres regiones nordestinas: el Bajo Sur, en Bahía; el Medio Jaguaribe, en Ceará; y la  Bacía del Goitá, en Pernambuco. La atención estaba concentrada en los jóvenes de la zona rural y sus respectivas familias.

2003 – El Bajo Sur es objeto de una actuación exclusiva, teniendo como estrategia ir más allá del adolescente como prioridad, promoviendo la interactuación del joven con la familia. El énfasis sería dado al desarrollo y al crecimiento sostenible de las actividades económicas locales.

2004 – Es el año de creación del Programa Tributo al Futuro. Integrantes y empresas asociadas a la Organización Odebrecht pueden destinar parte del impuesto de renta o realizar donaciones a proyectos educacionales.

2010 –  Las acciones del desarrollo sostenible, promovidas por el Mosaico de APAs del Bajo Sur de Bahía, son reconocidas con el Premio al Servicio Público de las Naciones Unidas.

2015 – La Fundación Odebrecht conmemora sus 50 años de continuas transformaciones, manteniendo su foco en la sostenibilidad y conectada a un hilo conductor que siempre estuvo presente: La Unidad Familia.

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